Si para el año 1900 los motores eléctricos en los autos eran ya la tecnología más avanzada, y considerada como “ideal” en un número de la revista times de ese año, describiéndolos como "motores silenciosos, limpios y adaptables a nuevas tecnologías". Por qué el mundo decidió renunciar a ellos?
A principios del siglo
20, ni los motores de gasolina ni los eléctricos eran viables para la producción
en masa. Ambos necesitaban ciertos avances tecnológicos, que ciertamente
llegaron primero a los motores de gasolina. Pero porque conformarse con una tecnología
más primitiva, que llenaría nuestras ciudades de humo y cambiaría la composición
química de nuestra atmósfera?
Si una invención como el primer aeroplano de 1903, evoluciono en solo 66 años a cohetes espaciales rumbo a la luna… estoy seguro que avances como una mejor batería eléctrica para lograr menos tiempo de recarga en los autos, no estaba fuera de nuestras posibilidades. Entonces, por qué el progreso y la innovación se detuvieron en algo tan importante como los vehículos automotores?
Mucho en la respuesta
de esta pregunta tienen que ver por supuesto con la era de los combustibles fósiles. Compliquemos la pregunta entonces: Si la primera estación eléctrica (la estación
Edison de la calle Pearl en Manhattan) arranco allá en 1882 a base de carbón. Por
qué ahora en el 2015 el carbón sigue siendo la principal fuente de energía eléctrica
en el planeta, sabiendo que este método no es óptimo ni auto-sostenible?
Entramos entonces en
una pregunta mucho más general y compleja: Por qué se detiene el avance de la tecnología?
Y si queremos resolverla tenemos que entender cómo es que funciona el progreso.
El primer gran error en esta última pregunta es la noción general que la tecnología progresa siempre hacia adelante con el tiempo. Esto no es cierto, pues mi DVD player del 2015 tiene los mismos defectos que tenia mi DVD player en el 2004. La tecnología por
naturaleza se mantiene estática, hasta que algo la obliga a moverse hacia
adelante o a ser eliminada. Es ciertamente el mismo caso en la teoría evolutiva
de Darwin, la selección natural no hace a las especies mejores con el tiempo,
nada más las va adaptando a cambios en el ambiente natural y actualizando para
lograr su subsistencia.
El libre mercado es el
ambiente natural de la tecnología, y como todo ambiente natural tiene presiones
internas en juego. Pero a diferencia del mundo de las especies, la sociedad
humana tiene otro factor importante en juego llamado el gobierno. Este ente “todopoderoso”
es quien regula las leyes en el mercado libre y aplica presiones externas a los
actores tecnológicos, cambiando artificialmente el ambiente natural en el que
la tecnología debiera fluir.
Examinando ambos
ecosistemas:
1) Cambios en el ambiente inducidos por el gobierno: Las cualidades
de “todopoderoso” en un gobierno varían de país en país. En Corea del Norte, el "todopoderoso" es el soberano rey del universo, no permitiendo un mercado natural. En
Escandinavia, el “todopoderoso” es una madre cariñosa y con dinero que alberga en su regazo de oportunidades al mercado natural. En Centro América, el “todopoderoso”
decidió tener un estilo de vida acomodado poniendo el mercado natural en mano
de familias adineradas. En China o Rusia, el “todopoderoso” es el regidor de
las libertades económicas, influenciando directamente el mercado natural. En
Estados Unidos (o países similares), cuando el gobierno decide jugar al “todopoderoso”
altera las condiciones del mercado natural aplicando presión al ambiente en
lugares específicos. Esto lo hace de tres formas:
a) Financiamiento: Aportando
mucho dinero para encaminar el progreso y la tecnología. Esto solo lo hace cuando
la mayoría está de acuerdo que así debe ser. Ejemplos, el viaje a la luna en
1960 impulsado por la carrera espacial, o el excesivo financiamiento a las
fuerzas armadas que desemboca en tecnología militar de punta. En la mayoría de
otros casos la división partidaria es tal, que paraliza el progreso tecnológico
en muchos frentes.
b) Regulación: Es el
musculo de la democracia que le permite al gobierno escribir leyes, reglas y restricciones.
Muy efectivo cuando se trata de poner en ejercicio cambios pequeños, como la tecnología
de bolsas de aire en los autos, pero poco efectivo cuando se trata de impulsar
un salto tecnológico de magnitud.
c) Impuestos: El
gobierno usa los impuestos para crear presión económica en el libre mercado. De
nuevo, puede ser efectivo en tratar de corregir el camino pero no lo es
estimulando grandes avances.
2) Presiones de la fuerzas dentro del mercado
natural: En la naturaleza, los animales se optimizan haciéndose mejores
corredores para huir de los depredadores o adaptando sus características físicas
para conseguir alimento. La definición de optimización en el mundo natural es basada
en sus necesidades biológicas de preservación de la especie (alimentación y reproducción).
Para conocer el
significado de optimización en el libre mercado, debemos comprender las
necesidades básicas de sus actores. Por supuesto los humanos también somos
seres biológicos, por lo que el instinto de preservación siempre estará a la
cabeza de nuestras metas. Pero cuando estas necesidades básicas ya están cubiertas,
cuales son realmente las motivaciones para perseguir un interés? Bueno, esto dependerá
mucho de la cultura. En algunas culturas el miedo al fracaso, o el deseo de
gloria y fortuna es el principal motivador. En otras, la salvación religiosa, el
servicio familiar o a la comunidad, un estilo de vida especifico, la iluminación
personal, etc. Sin embargo cuando se trata de avances tecnológicos, se necesita
una combinación especial que motive a la persona a través del camino a la optimización.
Esta combinación me parece que llega con un cóctel en el que se mezclan la ambición
y la avaricia.
En el sistema
capitalista, mientras más valor real al mundo aportes más dinero recibes, por
lo que la avaricia y la ambición se vuelven los principales motivadores. Dentro
de este sistema competitivo, las compañías ponen mucho esfuerzo en crear mejores
productos y servicios, obligándoles a optimizarse para recibir mayores
cantidades de dinero. La ambición es usualmente impulsada por el ego, que nos mueve a dejar nuestra marca personal en el mundo. Sin embargo la avaricia es un arma de doble filo, ya que
si no se contiene dentro de un eje de integridad y meritocracia, se vuelve
enemiga del progreso. Mientras más vulnerable es el sistema a la corrupción, más
se sitúa la avaricia a la cabeza del progreso, tratando de asegurar
la victoria permanente de los que están más adelante en el juego.
Habiendo analizado
estas 2 variantes en el ecosistema tecnológico, me parece que podemos llegar a
la siguiente realidad no adulterada. Una industria establecida (como es el
caso de la industria automovilística) cuya principal fuerza motriz es la
avaricia, es como el árbol más alto en un bosque. El árbol crece empujando a
los demás arbustos buscando la luz solar, y al alcanzarla extiende sus grandes
ramas para dejar en la sombra a los demás arboles impidiendo que estos crezcan.
Pero abajo los pequeños arboles pasan miles de horas luchando y adaptando sus características
para romper estas ramas, y asi alcanzar la luz solar que les permita sobrevivir. Una
vez estos alcanzan mayor tamaño y empiezan a tomar más luz solar, obligan al árbol
más grande a cambiar la avaricia por la necesidad básica de supervivencia, es
entonces cuando el árbol mayor comienza a innovarse o está destinado a morir.
La innovación es entonces el resultado de cambios en el ambiente que obligan a los actores tecnológicos
a re-optimizarse. Algunos regresan a ser el árbol más grande del bosque, otros
mueren. En el 2007, Apple rompió las ramas del bosque tecnológico de la telefonía
con su primer smartphone, obligando a las demás compañías a evolucionar creando smartphones o
morir. Samsung logro salir de nuevo al sol, Nokia no lo logro. Huawei y Lenovo son los nuevos arboles en este bosque pidiendo paso rumbo al sol. Es de esperar entonces, avances evolutivos por venir.
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