Hay un grupo de automóviles modernos considerados más ecológicos que los carros tradicionales: Los automóviles eléctricos (híbridos a gasolina, híbridos de conexión, y eléctricos puros), y los automóviles con celdas de hidrógeno. Ambos tienen una característica en común, poseen un motor eléctrico.
Hay dos tipos de motores eléctricos: el de inducción de corriente alterna y el de corriente directa. Para evitarnos aburridos detalles de ingeniería mecánica, basta con saber que ambos funcionan de similar manera. Básicamente son como un hot dog en el que la electricidad es recibida por el pan (llamado el estator) que se mantiene estático, y este envía la energía hacia la salchicha (llamado el rotor) haciéndola girar. El rotor va unido a un eje que es el que hace que se muevan las ruedas.
Los automóviles híbridos,
como el Toyota Prius, tienen un motor eléctrico y uno de combustión interna. No
necesitan conectarse a una fuente de energía, ya que son recargados por el
combustible y un mecanismo llamado frenado regenerativo; en el que la energía cinética
que usualmente se pierde al frenar el carro, es redirigida a la batería. Esto aumenta
el kilometraje por galón, disminuyendo el consumo de gasolina y las emisiones. Son
un excelente paso en la tecnología, pero no eliminan completamente las emisiones al ser dependientes de petróleo.
Los híbridos de conexión
como el Chevy Volt, el Honda Accord Plug-In Hybrid, y el Ford Fusion Energi, son
una mejor opción. Estos te permiten recargar la batería en casa, y típicamente recorren
unos 65 kilómetros antes de empezar a usar la gasolina. Mejor, pero si ya estas
a un paso, porque no elegir un auto totalmente eléctrico.
Los automóviles de hidrógeno
no son netamente eléctricos, ya que no tienen batería. Estos se llenan de
combustible como cualquier otro carro, pero en vez de ser gasolina es hidrógeno
liquido comprimido. El hidrógeno se mezcla con el oxígeno y produce
electricidad química con la que se mueve el auto. Además, es totalmente libre de
emisiones. Suena bien no? Las compañías
como Honda, Toyota y General Motors están invirtiendo billones en esta tecnología.
Sin embargo hay una gran controversia alrededor del uso de esta solución. Entre las
razones mas importantes que encontré están: a) que el hidrógeno siempre proviene de un energético fósil (es obtenido del gas natural). b) que es una sustancia muy volátil y difícil
de manejar. c) que existiría siempre la necesidad de ir a una estación de
gasolina y pagar por el producto. d) que la eficiencia de las celdas de
hidrógeno es de solo un 20%, comparadas con el 90% de eficiencia en las celdas de un panel solar.
Finalmente tenemos
los automóviles eléctricos, como el Nissan Leaf, el BMW i3, el Ford Focus
Electric, y el Tesla Model S. Estos son simples, tienen una batería muy grande,
la cual se recarga en casa y hace que se mueva el auto. No hay ningún líquido involucrado.
Bajo mi perspectiva estos vehículos son la mejor solución con la que contamos
en la actualidad.
Un motor de gasolina
tiene más de 200 diferentes partes, un motor eléctrico tiene menos de 10 (no
necesita alternador, fajas, caja de velocidades, escape, etc.). Tampoco
utilizan aceite por lo que requieren mucho menos mantenimiento. El motor es tan
pequeño, que al abrir el capo, hay tanto espacio como en el baúl.
Si hacemos la matemática,
un carro eléctrico obtiene 6 kilómetros por kilovatio (Kwh) de electricidad. Actualmente
en Estados Unidos el Kwh de electricidad está a $0.12 centavos de dólar, lo que
significa que podemos recorrer alrededor de 50 kilómetros con un dólar.
Con la gasolina esto es más
difícil de medir, pues el precio varía día con día. Pero digamos que llega estar
a $1.00/galón (muy improbable), aun así nuestro carro tendría que ser increíblemente
eficiente (50 km/galón) para igualar los ahorros de un auto eléctrico. Esto por supuesto sin
contar los gastos en cambios de aceite.
Cuando los automóviles
eléctricos hicieron su debut más de 100 años atrás, hubo problemas
alrededor de la tecnología. Estos previnieron que este tipo de motor se
volviera la norma, y los motores de gasolina ganaron la partida. Los vehículos eléctricos
dejaron de ser producidos, por lo que no hubo avances en cuanto a la corrección
de estos problemas. Las tres principales preocupaciones respecto a la tecnología son:
1) Distancia: Sera la batería
muy pequeña para largas distancias? Si se acaba la batería me quedo varado? Si encuentro
una estación para recargar la batería me tardare 5 horas esperando?
Los automóviles eléctricos
actuales tardan un promedio de 30 minutos en recargar su batería, y pueden
recorrer alrededor de 3 horas continuas sin parar. Aun considerando que la persona
promedio maneja no más de dos horas diarias, este es todavía un problema relativo.
Con el paso del tiempo la tecnología ira optimizando estas baterías para
hacerlas de mayor duración, y más estaciones de recarga irán apareciendo
progresivamente.
2) Rendimiento: Lo más familiar que tenemos sobre autos eléctricos son los carritos de golf, es normal
que la aceleración y eficiencia sean una preocupación latente. El torque de un automóvil
eléctrico es como la explosión de una pistola con silenciador, no hay retrasos
entre el momento que se toca el acelerador y el carro entra en movimiento. Además
pueden alcanzar altas velocidades, incluso existe una nueva liga de automóviles
eléctricos de carrera a la altura de los fórmula 1.
3) Precio: Los automóviles
eléctricos son más caros que los automóviles de combustible, principalmente por
el alto precio de su batería. En la actualidad los diferentes modelos comienzan arriba
de $30,000 dólares. Si la tecnología sigue avanzando, indudablemente los
precios tendrán que bajar, al aparecer mejores modelos y más competencia en el
mercado.
En definitiva y a pesar de estos obstáculos, estos autos son más confiables, mas seguros (el menor tamaño del motor permite una mayor zona de absorción de impacto en el frente), son mas económicos a largo plazo, y sobre todo: no producen emisiones dañinas para la salud humana y la del planeta en general.
Henry Ford logro hacer
viables los carros de gasolina reparando los principales defectos relacionados
con la tecnología de estos vehículos, algo en lo que los innovadores está trabajando pero todavía
no han logrado con los autos eléctricos.
Las compañías de automotores ganan grandes cantidades de dinero reparando los motores de gasolina, cambiando
filtros y aceite, vendiendo partes, etc. También han perfeccionado el arte de hacer pequeños
cambios a un mismo modelo cada año y venderlo como nuevo.
Los motores eléctricos
raramente necesitan reparación, pero aun así las grandes compañías no saben nada de cómo
trabajar estos motores y sus baterías; se han vuelto presas de sus propios viejos
procesos, lo que no les permite avanzar. Además, el mundo sigue pidiendo automóviles
de gasolina por lo que la motivación a cambiar es aún menor. El público en
general no conoce las razones del porque se necesita dar este paso adelante, y
estas grandes compañías jamas van a gastar un centavo en hacerle saber a la
gente las ventajas de los automóviles eléctricos sobre su principal producto.
Pero hay una compañía en particular que desde el 2008 ha venido tratando de romper las ramas del bosque tecnológico de los vehículos. Acelerando la venta de automóviles eléctricos de tal manera, que las compañías tradicionales
de autos se sienten amenazadas, y obligadas a lanzar sus propios modelos eléctricos en el
mercado. Su nombre: Tesla.
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